domingo, 11 de mayo de 2008

Narcojúnior y bloguero


"Si la vida no vale nada, bienvenida la muerte" (Abel Desestress)
En internet y en su vida diaria, Édgar Guzmán presumía el poderío del ídolo que tuvo en sus dos décadas de vida: su padre Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.
Aficionado a internet, Édgar ingresaba con su propio nombre a blogs para defender al cártel de Sinaloa, hablar sobre los territorios conquistados por su padre y afirmar que el resto de los cárteles no desplazarían la posición ganada por El Chapo.

El menor de los hijos de El Chapo Guzmán repetía a los cibernautas que “Sinaloa es tierra de puros hombres”, y en gran parte de sus mensajes vitoreaba a su padre: “arriba el cártel de Sinaloa, putos, arriba El Chapo Guzmán”.

Pero Édgar también era protagonista de canciones y videos en internet.

Las letras de los corridos que pueden consultarse en internet describen el estilo de vida de Édgar Guzmán, su profundo respeto a su madre y su admiración por su padre.


“Por las calles de las presas, allá en las quintas famosas, Édgar Guzmán se pasea en camionetas lujosas. Rodeado de sus amigos y muchachas muy hermosas en Culiacán, Sinaloa, sube y baja en sus aviones”, señalan las primeras estrofas de uno de los corridos con su nombre.


A manera casi biográfica, la letra sigue: “Édgar dice a sus hermanos nuestro padre lo ha heredado, ya traemos en la sangre ser hombres y respetados. No presume su apellido, y se la da de valiente, pero si rifa el cuero no se vale de su gente. Ni por ser un heredero, no se lo deja a su suerte, Édgar es hombre de honor, hijo del Chapo Guzmán”.


Sus amigos colocaban también en diferentes blogs las canciones sobre Édgar interpretadas por gruperos profesionales o amateurs.

Adolescentes de diferentes lugares de México y del extranjero le enviaban mensajes a Édgar e incluso fotografías.

Antes de la balacera del jueves, hubo dos intentos recientes para matar a Édgar Guzmán, uno durante una tiroteo en la discoteca Bilbao, presuntamente propiedad de Arturo Cázares, hijo de la llamada Emperatriz del cártel de Sinaloa, y en otra balacera más en la discoteca Maxims, ambos ubicados en Culiacán.

Pero Édgar, afirman cercanos, no se dejaba amedrentar por nada, confiaba en que el poderío de su padre era suficiente para controlar todo el negocio en el país, es por ello que mantenía sus viajes por Sinaloa, pero sobre todo por Badiraguato y por Culiacán donde fue baleado.

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