domingo, 23 de noviembre de 2008

Se pega una ducha en pleno vuelo


China es uno de esos países en los que se impone la ley con mano dura y las reprimendas son extremadamente abusivas.
.
Sin embargo, ahí donde el ciudadano está condenado por cometer cualquier acto rutinario, goza de una inmunidad absoluta cuando se encuentra a bordo de un avión.
.
Quizás por esa coartación de las libertades, todo individuo chino que decide emprender un viaje por todo lo alto aprovecha para destapar su caja de Pandora y hacer todo aquéllo que se le prohíbe en tierra firme.
.
El problema de un sistema dictatorial es que la censura en todos sus sentidos puede provocar en la persona un efecto contrario cuando tiene la oportunidad de hacer uso de sus libertades. Así lo demostró Jin Sheng, pasajero del vuelo entre Nanning y Chongqing.
.
Ni corto ni perezoso se metió en el aseo del avión para ducharse. Una azafata le descubrió en plena faena al percatarse de que de la pequeña cabina salía gran cantidad de agua.
.
Pese al problema originado a la compañía y a los pasajeros así como el riesgo de producirse un accidente, Sheng no fue multado porque no hay ninguna ley que prohíba el uso del baño de los aviones como ducha.
.
Lo singular del suceso es que su protagonista al ser descubierto, sin ningún tapujo solicitó a la azafata que le alcanzase el champú para proseguir con su tarea.
.

1 comentario:

Caramelo de Uva dijo...

Que locura, hay cada caso de situaciones inusuales.