ESTOCOLMO. Las condiciones del contrato matrimonial del Príncipe Joaquín y Marie Cavallier ha causado indignación a los daneses. El benjamín de Margarita II, aconsejado, o más bien exhortado, por su augusta madre, ha obligado a firmar a su nueva esposa un contrato según el cual Marie, hoy Princesa de Dinamarca, en caso de divorcio, no recibirá ni una corona ni una vivienda donde residir.
Según fuentes cercanas a la Casa de la Reina, los abogados presentaron ese documento a la joven, que tras la primera sorpresa decidió firmar la separación formal de bienes y renunciar, de esa manera, a cualquier pension o parte de la herencia de Joaquín en caso del fallecimiento de éste. Se dice que Marie Cavallier, haciendo un esfuerzo de dignidad, aseguró que nunca pensaba divorciarse, pero preguntó si le pertenecía «algo» de lo que adquirieran juntos. Los vetustos letrados le dijeron que «lo único» que podría llevarse sería algún regalo de boda.
La noticia ha dado lugar a ácidas críticas contra Joaquín y la Reina, quien, a pesar de ser una de las mujeres más ricas del mundo, vuelve a mostrar poca generosidad con sus nueras. Se recuerda que Mary, la heredera, sufrió en su día un trato similar.
1 comentario:
que malvada esa vieja seira al puritito infierno al morir
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